El máximo responsable de una conocida agencia de noticias aseguró en un acto público que “Twitter es la mayor agencia de noticias del mundo”… Esta rotunda afirmación puede ser interpretada como que las agencias dan por perdida la batalla frente a las redes sociales y tal como dijo el chino Sun Tzu en su “Arte de la Guerra”, se han unido a su enemigo porque no pueden con él. ¿Existe realmente una sumisión de las agencias tradicionales a ese hipotético enemigo de las redes sociales en lo que a dar noticias se refiere?… Dependerá de la perspectiva; parecen lo mismo pero no lo son, ya que bajo el reconocido paraguas común de la “comunicación”, ni hablamos de los mismos jugadores ni de las mismas reglas de juego.

Abrir un melón de este calibre requiere un debate concienzudo pero la principal e irrefutable diferencia entre uno y otro canal es y será siempre el valor que debemos atribuir a la marca que actúa como fuente de esa información. Ese es el intangible que determina la gran diferencia que avala la trayectoria, credibilidad, rigor y responsabilidad a la hora de informar y, sobre todo, la profesionalidad de los periodistas de agencia. A ellos se les debe exigir siempre la elaboración de “informaciones contrastadas y rigurosas” –signo de identidad de cualquier agencia seria- frente al flujo multifuente, global, multiperfil y no siempre contrastado, que identifica a las redes sociales.

Las redes sociales son canales extraordinarios de comunicación. Plataformas que nos conectan a cientos de miles de usuarios en todo el mundo pero donde también convive lo exquisito con lo mundano, lo inteligente con lo zafio. Sólo un claro “databoard” permite al usuario segmentar lo que se quiere y cuando se quiere. Las redes son herramientas necesarias, útiles y prodigiosas que, sin duda, han cambiando el mundo, pero no son agencias de noticias.

A la hora de informar, agencias y redes son “necesarias”; pueden y deber se complementarias pero nunca suplementarias. Por eso twitter no es una agencia de noticias ni un medio de comunicación. Es, posiblemente, la mayor fuente de información del mundo pero siempre debemos contrastar la fuente antes de dar credibilidad a todo lo que encontramos en esta plataforma sin igual. Representa, sin duda, un canal que, como parte del social media, ha dado al individuo más poder e influencia que nunca; lo que no quiere decir que todo lo que se encuentre en twitter esté necesariamente contrastado, sea objetivo o se adecúe a la verdad.